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El Rio.

01/30/2009

vaso

Velvetina me ha dicho que no vaya al rio, ´porque lo´moquito me comen lo´mio´.
De manera que trato de mantenerme al margen.
En una de esas andanzas en mi Chinola Mecánica, tomo la ruta, y llegó hasta La Moviola en la plaza de la cultura. No puedo andar en esos alrededores, sin llegar a reportarme en Cinema Café. Hago un coro leve y paso al otro lado.

Luego de saludar, recibo una llamada. Me dicen que la ´muerte´ ronda por el parquecito duarte en la zona. En Cinema, pido una Heineken (siempre me tienen una guardada). Arranco pa´la zona.
En el ´parquecito´, encuentro a Duluc discutiendo con Pippen.
Dos francesas desubicadas tratan de descifrar el enigma de los ´dreads´ de un moreno, exhibiendo una sonrisa, sacada de un comercial de Dentina.
Me siento en uno de los bancos del ´parquecito´ a hacer hora, mientras decido si voy para Quintana Bar o me meto en Casa de Teatro a ver a Vitico y su Vellonera.

– Loco, la mujere son una vaina – me dice un sujeto que se me sienta al lado sin ni siquiera decir buenas noches.

– Porqué – le pregunto, notando que la noche está tomando unos matices extraños de confidencia, en boca de un carajo que no conozco.

– oh! mi´elmano. Mira, yo salia con una tipa q ta durisima esa degracia. La primera ve que salimo, fue porque un amigo mio la solto en banda y como ella vio que el y yo eramo pana, me llamo pa decime que tenia q contame algo de mi amigo. Yo me la llevo de una ve, tu sabe, me di cuenta q yo le gutaba, y na. Yo se q eso era cotorra. No juntamo a baja fria en La Venganza, de ahi pa una cabaña – me narró todo esto, escupiendo cada palabra lleno de dolor y rabia.

– Y entonce? – vuelvo y pregunto.

– Depue de esa noche, tu sabe, me la lleve al malecon a ve lo tiburone, casi to lo dia. Pero lo q ma cuelda me dio, e q a la do semana, me dice q volvio con el amigo mio. Pero eso no e na, al mé, me puso un mensajito en el celulal, dike q ta preña de mi.
A esas alturas, la trama se estaba complicando para ese tipo. Yo no estaba en ´tirarme esa película´. Le digo que tengo que irme.

El tipo se para y me pregunta que para donde voy?

– Pa´mi casa – fue la primera mentira que llegó a bordo de la única neurona revolteada que me quedaba, al escuchar semejante drama.

– Po na, cuidese mi elmano y gracia pol la convelsasion, se ve q tu ere un tipo inteligente – con esa despedida, descubrí que venia otra vaina.

– Igual mi hermano y no le de mucha mente a las mujeres… – dije, sabiendo que algo se aproximaba.

– Regalame 20 peso pal pasaje, q toy sin uno – me interrumpió.

En casos como estos, hay que absorber la sabiduria que encierra la frase: ´Es mejor un malo conocido, que un bueno por conocer´.

Me quedaba toda la noche por escuchar la historia de este pana. Luego de pedir par de ´Jumbo´, nos sentamos a ver la noche, mientras su vida fluia en anécdotas, cual torrente en un agitado rio.

pb