
Hace poco, me sucedió algo que hacía tiempo no me ocurría: he llorado por una mujer.
Una mujer que me dió mucho cariño, más bien, supo dar mucho de sí.
Recuerdo cuando me arrullaba y me daba esperanzas para continuar. Ahora con su recuerdo, he vuelto a dar un recorrido por mi memoria. La tengo presente, y hasta el momento en que una lagrima se deslizó por mi mejilla derecha, no sabia cuanto.
Imagino que doquiera que esté, debe estar bien protegida y resguardada.
Para mi abuela Tina, que me enseñó tantas cosas, y que ahora solo tengo su imagen cuando me recibia super contenta en su campito de La Malena en San Francisco de Macoris, RD.
Esas mañanas, junto a mis primos y hermanos en torno de una mesa, llena de ´pailas´ con el desayuno y jarrones con leche caliente, recien ordeñada. El olor del café, azuzandonos las fosas nasales, entre el ruido de las gallinas, picando el maiz, que abuelo Ciano les echaba.
Y el recuerdo de todo esto, me llegó mientras paseaba el otro día por la Av Lincoln, en mi ´Chinola Mecánica´. Decidí colocar un cd del ´Terror´ Luis Dias, y un track me trajo a colación, esas veces que tantas veces iba de paraje en paraje, acompañando a mi primo Pedro Orlando, con un santo a cuesta. Haciendo un ´servicio´, a un santo olvidado en su caja de madera, y cubierto por un cristal.
– ´Vayan donde Viviana, y llevenle el santo, y no duren mucho´ – nos decía Mi Abuela.
El trayecto era largo, tortuoso y un sol candente nos servía de guia.
De regreso a casa, Abuela nos recibía lleno de júbilo. Habiamos servido a la virgen y al santo en cuestión.
´Ay! virgen de la cueva, de la cueva e´mana… Mi cueva bendita, por la mañana…´, eso decía el track del Terror, en el cd ´Radio Macana´ de 2003. Y la verdad es que extraño esos caminos llenos de lodo, esas praderas cargadas de cacaotales y cafetales. El recuerdo me carcome las entrañas.
Descansa en paz Tina, ´ya hicimos el servicio´…
pb