Desde hace años, los idiomas me atraen.
A la edad de 14 años inicié clases de inglés, en El Conde de la Zona Colonial.
Era 1990, y quien decía que no estudiaba Inglés en El Conde, era un mentiroso. Por suerte, siempre andaba con mi carnet del Learning Center.
Al año me jarté, porque noté que por cualquier cosita, me querian cobrar recargo.
Mi mamá se ´killó´ y me inscribió en el Centro de Idiomas Washington. Allí finalicé mis 10 niveles en 1992. Ha llovido bastante desde entonces, y gracias a esas clases, entendí mejor la lengua de Shakespeare, y las canciones de los Beatles.
Desde hace un año, tomo clases de francés en la Alianza Francesa, gracias a mi condición de Locutor/Productor en Radio Francia Internacional en Sto. Dgo. En realidad, inicié las clases como un requisito para poder desempeñar mejor mi trabajo con el equipo que labora en dicha institución. Además, es una excelente oportunidad para conocer otra cultura, y porqué no?, quién sabe si en un futuro necesito viajar a la tierra de Sartre, Daft Punk y Depardieu.
Saber no pesa.
Desde hace unas semanas, como todo estudiante de otro idioma (que no sea el materno, of course), las comparaciones entre una lengua y otra, se vuelven inevitables.
Lo que en italiano es bueno, en alemán puede ser atroz. Y así por el estilo.
He aquí una nueva, pero breve serie sobre las divergencias que podemos encontrar entre un idioma y otro.
Quiero iniciar con una anécdota.
No es un chiste, más bien un ejemplo de las bromas que nos pueden gastar las lenguas.
En una ocasión, un francés se encontraba en Estados Unidos. Debía completar un exámen rutinario, de una sola pregunta. Era algo trivial.
Pero lo único que el francés sabia en inglés, era decir: ´I Love You´. (Que lio!!!).
La pregunta era sencilla: ´Cuál es el organo humano que nos permite percibir olores?´.
La pregunta no sería más sencilla.
Peeero, en francés hay ciertas expresiones que funcionan de una manera más corta, que la que gramaticalmente se acepta.
El francés, al verse en el apuro de la urgencia y la desesperación de su ignorancia, escribió la forma rápida e informal de: ´Je Ne Sais Pas!´, que sería ´Nose´ (Yo no sé!).
Nuestro personaje, aprobó el éxamen, sin sospechar que la respuesta la tenía en sus narices.
pb