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Futuro RD.

04/20/2010


Un día, todo se fue a la mierda en Quisqueya la embarrada. No fue a causa de un terremoto, ni del calentamiento global; mucho menos por la ´deuda eterna´ o algún político; aunque quizá a estos últimos metieron su mano para ver si les caía algo, como un maná mediático patrocinado por el norte.

Esa mañana, no había salido publicado ningún periódico; la estática se hizo presente en las ondas de radio y tv; aunque miles de carros estuviesen transitando por las calles de Santo  Domingo, no se vio a ningún vendedor de tarjetas de llamadas, perros, musú para fregar o  bañarse. Tampoco hubo conductor que pronunciara 4 mala palabras compuestas, ante un niño
aspirante a presidente, con una esponja en la mano, listo para limpiar el cristal de  cualquier vehículo.

Al mediodía de ese día, solo equiparable con días festivos como un 27 de Febrero o un 16 de  Mayo, no hubo quien se preocupara por averiguar si había llegado el agua o la luz, o si en  tal plaza habría Wi-Fi para continuar la conversación vía Blackberry, con la persona que se  tenía en frente. El sol, durante su trayecto por Quisqueya la desencajada, calentaba las aguas que bañan los malecones desde Puerto Plata hasta San Cristóbal, regresando de vuelta y olvidando seguir su curso hasta el profundo sur, el cuál es siempre echado a un lado, pero también existe.

Esa tarde del día, cuando todo se llenó de pupú ´en la más hermosa tierra que ojos hayan  visto; en los campos, las vacas se habrían ordeñado solas y los bueyes no tuvieron que  esperar Corpus Christi: descansaron como Dios al 7mo día. El campo se mecía solo con la brisa empujada por sus valles y cordilleras.
La noche cayó como la ropa de una mega diva en la cama de un ´Turpén´. En todo el territorio,  nadie se preocupo por las horas pico, con el afán de ´Los Dueños del País´ de Fenatrano,  Conatra y la 8va plaga del Egipto en el Caribe, conocida como los nuevos taxis amarillos.

En fin, que República Dominicana se había quedado sin gente. Una soledad total se expandía por los 48 mil km cuadrados del hogar de Duarte. Y claro, botín de Pedro Santana y Trujillo.

La alarma fue a nivel mundial. Solo los familiares en el extranjero, de los 9 millones de  dominicanos, se preocuparon por pocas horas.
El misterio quedo resuelto luego de cientos de llamadas a celulares, ya que en Quisqueya la  abandonada, nadie respondía  teléfonos residenciales ni de oficina.

Aunque la última llamada respondida desde un teléfono fijo, la realizó un piloto de avioneta desde el AILA, quién luego de ponerle candado al país, y cerrar los toldos de nuestras  playas; partimos con destino a Puerto Príncipe donde nos esperaba una nueva patria, llena de bonanza y muchas esperanzas, depositadas en varias cuentas en Suiza, producto de las recaudaciones y donativos, para los afectados del terremoto que sacudió a esa otra media  isla: Haití.

pb

La Patria.

03/14/2009

dominican_republic

Como en cada tarde de otoño, cuando los árboles  son mas felices por su libertad descansada de arrojar sombras sobre sus raíces, mi presencia en el parque de Los Redimidos en la plaza cultural de mi pueblo, se sumergía en los laberintos retóricos de un tratado de moral y cívica. Esa era la primera tarea de mi ultimo año escolar en el bachillerato. Memorizar los tres poderes del estado, nombrar los componentes de la cámara del senado y todo lo concerniente a toda nuestra lesa constitución, que por mas pacto que se hicieran, no dejaría de ser lo que es: un pedazo de papel.
La tarde se esfumaba entre La Trinitaria de Duarte y un 6 de Noviembre solo recordado como ¨día de fieta¨. De repente, las campanas de la plaza repicaban el toque de las 6 de la tarde y el alcalde, mas bien parecido a un vendedor de sueños desvencijados que a un representante de la ley, erguía su lánguida figura frente al mástil que sostenía la raida bandera azotada mas por las ideologías, que por los vientos traviesos del trópico.
– Atención…!!! – se escuchó decir en boca del alcalde.

Todos los congregados alrededor de la plaza, observábamos la ceremonia convertida en rutina de bajar la bandera con pausa y aire patriótico.
La curiosidad y el asombro me llevó a permanecer inmóvil en mi asiento de piedra, al descubrir una vieja cachucha de tela con las siglas ¨NYC¨ en la cabeza del alcalde. Lo inverosímil se volvió sorpresa cuando al finalizar el acto, el representante del orden publico me pregunto si estudiaba, a lo que respondí asintiendo. Acto seguido me escrutó con sus ojos grises de caballo loco y desaforado, mientras murmuraba para todos, menos para mi:
– Deberían educalte mejol, muchacho…

No supe que responder, o mejor dicho, no quise responder. Pero algo claro quedo en mi mente. Si en este país fusilaran a todo aquel que no se detiene a rendir tributo ante la bandera cuando es izada o retirada del mástil, en cada plaza publica ondeara otra insigne.

pb

Benditos Sean Los Haitianos.

10/30/2008

El sentarse una mañana y leer una noticia que nos narra el trágico suceso de la muerte de un agricultor dominicano, supuestamente a manos de un haitiano indocumentado, es algo que nos lleva a pesar sobre el terrible caso de esa invasión silente por parte de nuestro vecino pais Haiti, según muchos.
Pero no menos horroroso es el hecho de leer otra noticia donde nos cuentan como una turba de dominicanos, en pleno estado de embriaguez de venganza, queman 25 casas de haitianos indocumentados (?).

Tons uno se pregunta un reguero de vainas.
Por un lado, la justicia no se puede tomar por nuestras manos, aún con todas las prueba
que nos daria la razón ante tal hecho.

Siempre se ha sabido que los domininicanos somos los haitianos en Puerto Rico o España. Pero no. No acabamos de entender eso. Me imagino que Luis Carbonell debe tener la lengua seca de repetir que todos tenemos ´el negro detrás de la oreja´.

Pero que se puede esperar de un pueblo, donde ni en lo social, ni en su identidad, ni en su musica, ni en su modo de existir, termina por ponerse de acuerdo?
* Nos roban y nos quedamos como si nada.
* Nos mienten, y lo mismo.
* Nos penetran por el esfinter, y lo dilatamos más.
Por eso la gente pide ´Ley y Orden´ (que eslogan tan infuncional dios mio!!!).

Tons uno ve que aparece un tal ´Wilton Guerrero´ y se sorprende to´el mundazo de que alguien tuvo los cojones de destapar algo. Pero nadie lo apoya.
Y baja la gasolina, y los choferes no bajan el pasaje. Pero to´el mundazo va a trabajar. Quedese en su casa, pa´que usted vea como tienen que buscar solución.
Y Faraonel se pinta cada dia como el nuevo Balaguer, mientras ´a lo´pobre no ta´llevando ei diablo´. Pero to´el mundazo ta´contento con su ´Metro´.
Y por eso la gente pide a gritos un ´Trujillo´.
Y que si fueran los gringos que gobernaran full, sin máscara, esto se pondrá bien.

Ah no perate, porque entonces vendrán los mismos patriotas de mierda a decir que peligra la soberanía.
Tons, sin que me la den, me doy la razón: ´No terminamos de ponernos de acuerdo en nada´.

Pero volviendo al tema de los haitianos, miren una cosa, le hacen un barrio chino a los orientales (que muchos estan indocumentados tambien), pero le joden los negocios con el asunto de los parqueos.
El dato curioso, es que los haitianos tienen mas fuerza laboral en el pais, pero lo tratan como perros.

I´ll tell once again:´Duarte, te jodite!´.

pb

Hacía Tiempo…

05/23/2008

Imagen de acá.

Hacía tiempo que no me picaba el bicho del patriotismo. No por falta de convición, sino por el descrédito al que nos tienen acostumbrado, de recurrir al sentido soberano de la patria.
Esta mañana, frente a la Loteria Nacional, caminaba apresuradamente para dirigirme a editar dos programas de radio en RFI, cuando un policia con cara de ´hombre honesto´ dió un grito de alerta. Eran las 8.00am en punto.
Detuve mi marcha, me quité la gorra y observé com subía la insignia tricolor.
No sé, me dió pena, alegria, verguenza, orgullo. De todo.
Pero cumplí con mi deber, por 10 segundos, de rendirle tributo a tantas personas que creyeron en que se puede ser libre en esta mitad de isla (donde hasta dos idiomas diferentes se hablan).
La patria se hace, cuando no se piensa en unos cuantos, dejando a un lado a todos los que contribuimos a mantener este estado con nuestros impuestos. Por ejemplo.

pb