Es algo natural, el hecho de que en las relaciones interpersonales o de familia o una relación sentimental, aparezcan dos palabras que de seguro nos pondran en aprietos. Seamos culpables o no, de que se dirigan hacia nosotros.
Me refiero al ´siempre´ o al ´nunca´.
Entre amigos, es natural que nos reprendan o nos enaltezcan con estas dos palabras, dependiento el caso.
* Tu ´siempre´ tan atento!
* Uds ´nunca´ se olvidan de mi!
O caso contrario…
– Tu ´siempre´ de irresponsable.
– Nosotros ´nunca´ te hemos fallado.
En familia, estas dos palabras no se quedan… a veces, mas para reprendernos.
Recordemos a nuestra madre…
– Tu ´siempre´ de travieso!
– Tu ´nunca´ te acuerdas de nada.
Casos menos crueles, pueden hacer acto de presencia…
* Mi niño, ´siempre´ tan bello.
* Esa niña ´nunca´ me ha dado carpeta!
Pero cuando se trata de una relación de pareja, estas no se hacen esperar.
Nótese, que todos los casos van en el apartado menos aprobatorio…
– Tu ´siempre´ tienes que hacer algo y dejarme de último.
– Tu ´nunca´ me tomas en cuenta.
– Tu ´siempre´ te olvidas de llamarme.
– Tu ´nunca´ me has regalado flores.
– Tu ´siempre´ haces lo que te dá la gana.
– Tu ´nunca´ te llevas de lo que te digo.
– Tu ´siempre´ sales con tus amigos y no me llevas.
– Tu ´nunca´ tomas nada en serio.
En fin, uno ´nunca´ nada, y ´siempre´ todo.
Verdad?
pb