Son estas noches frías, las que demuestran que tu calor no es tan ausente, ya que al recordar tus ojos, el color de la luna, se esparce en esta habitación, confundiendo las sabanas en cada pliegue de mi almohada. Como tu pelo.
Son estos momentos que muestran el camino a donde guiarte. No hay duda, ni la menor posible de que abriendo mi memoria, no estés presente. Eso puedes preguntarlo a cada gesto en el que el negro se confunde con el azul. Quien sabe cuál es cual, y quien es quien. Quizá el lado oscuro de algún satélite pueda responderte mejor.
Sí. Más es menos cuando no estás, o no te veo.
pb